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. Dominus vobiscum. R. Et cum spiritu tuo.

Initium sancti evangelii secumdum Joannem. B. Gloria tibi domine.

In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in principio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt, et sine ipso factum est nihil quod factum est. In ipso vita erat, et vita erat lux hominum: et lux in tenebris lucet, et tenebræ eam non comprehenderunt. Fuit homo missus à Deo, cui nomen erat Joannes. Hic venit in testimonium, ut testimonium perhiberet de lumine, ut omnes crederent per illum. Non erat ille lux, sed ut testimonium perhiberet de lumine. Erat lux vera, quæ illuminat omnem hominem venientem in hunc mundum. In mundo erat et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognovit. In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquot autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios Dei fieri, his qui credunt in nomine ejus: qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate carnis, neque ex voluntate viri, sed ex Deo nați sunt. ET VERBUM CARO FACTUM EST, ET HABITAVIT IN NOBIS: et vidimus gloriam ejus; gloriam quasi unigeniti à Patre: plenum gratiæ et veritatis.

B. Deo gratias.

Diciendo el evangelio pasa el señor obispo al trono ó silla del lado de la epístola donde le

concluye: y le desnudan de las sagradas vestiduras. Los ordenados van todos juntos con buen órden al paraje donde tomaron antes las suyas: se desnudan de ellas con toda compostura, las doblan con aseo y curiosidad, cuidando de que ninguna pieza se extravíe se cambie ó deteriore y tomando sus hábitos ordinarios y da→ das gracias se retiran.

APENDICE

SOBRE LA ORDEN Ú ORDENACION DEL CLERO.

Excubate in custodia sanctuarii et in ministerio altaris, ne oriatur indignatio super filios Israel.

(Núm. XVIII. . 5.)

Aunque todos los fieles bautizados pertenecen al cuerpo de la iglesia (1) que gobierna invisiblemente Jesucristo; el gobierno visible de esta gran sociedad esparcida por todo el orbe está confiado, no á los legos por mas alta dignidad santidad ó reputacion que gocen, sino á solo el clero, que por lo mismo se llama la suerte del Señor separada, como en la ley antigua la tribu

(1) Entiéndese si no han sido arrojados del cuerpo por la excomunion, ó salídose ellos mismos por el cisma ú otro género de apostasía: en cuyo caso no pertenecen á la iglesia sino en cuanto ella los juzga y los castiga; y si vuelve á admitirlos, no los introduce por la primera puerta del bautismo, sino por la segunda de la reconciliacion y penitencia.

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á su servi

de Leví, para dedicarse no mas que cio en las funciones del divino culto Y santificacion del pueblo. Este derecho del clero para el régimen de la iglesia, que se conoce con el nombre de principado sagrado ó gerarquía eclesiástise halla por institucion divina en los tres órdenes de obispos presbíteros y ministros, subdividido este último en diferentes grados. La ordenacion de unos y otros para el servicio del altar, arreglo del culto, administracion de sacramentos, instruccion y direccion de las almas en todo lo que conduce á la salvacion eterna, no es un puro encargo ó comision humana como en los empleos seculares, sino un verdadero sacramento, símbolo ó rito sagrado que el mismo Jesucristo instituyó, por el que se confiere al ordenado un carácter indeleble sobrenatural, ó una potestad espiritual perpetua para los oficios del ministerio eclesiástico que se le encomienda y la gracia santificante con copia de auxilios interiores para desempeñarle dignamente,

Se entra en el clero por la prima Tonsura, y se va subiendo por los grados ú oficios de Ostiarios, Lectores, Exorcistas y Acólitos, que se lla— man órdenes menores, y despues á los mayores ó in sacris (1) de Subdiáconos y Diáconos has

(1) A los ordenados in sacris está impuesta la ley de contincncia ó castidad perpetua que es uno de

ta llegar al Presbiterado ó Sacerdocio, á que se refieren todos, y en el que se da la potestad de consagrar ofrecer y administrar el cuerpo y sangre de nuestro señor Jesucristo en que consiste el único sacrificio externo de la nueva alian

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con el poder asimismo de atar y desatar, 6 retener y perdonar pecados: potestad una y otra tan singularmente divina que no la tienen los potentados de la tierra ni los mismos ángeles del cielo. El Episcopado es la cumbre del sacerdocio, de donde se deriva la legítima sucesion de éste, que ha de durar hasta la consumacion de los siglos como la misma iglesia y en él se rádica y concentra toda la jurisdiccion y autoridad para el régimen y gobierno de la iglesia, aunque con limitacion á su diócesi, y sin perjuicio de las reservas apostólicas. Mas para salvar la unidad de la iglesia en todo el orbe Y quitar la ocasion de cismas, estableció el mismo Jesucristo una cabeza visible de toda la iglesia universal superior en honor jurisdiccion y potestad á todos los obispos, cual es el sumo pontífice romano sucesor de san Pedro así en el ministerio general apostólico como en el especial de esta

los impedimentos dirimentes del matrimonio. Esta ley es antiquísima en la iglesia: y se impuso para que los ministros sagrados no tuviesen cuidados de familia sino solo de servir y agradar á Dios (1 ad Cor. VII. y. 32). V. pág. 41. n. 1.

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