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un millon i medio de habitantes los vastos i multiplicados establecimientos que requieren los grandes estados, i mucho menos que se adopte en una república el boato u ostentacion de las mas pequeñas monarquías. Pero no creemos exacta la asercion del Opúsculo de que se esté montando nuestra administracion «segun la norma de las mas dispendiosas monarquías. » Sin duda que el millon i medio de chilenos exijia, bajo el réjimen colonial, mui pocos empleos asalariados i por consiguiente mui pequeños gastos. Mas, en su presente condicion de estado sobe. rano, este millon i medio de habitantes, ha tenido que crear i costear los altos poderes, las relaciones exteriores i las principales administraciones que residian afuera o eran comunes a la antigua metrópoli i sus colonias, sin contar con los establecimientos navales i de guerra que requieren la paz pública i la defensa i respetabilidad del país, i que forman el gasto mas considerable del presupuesto. Con todo, semejante gasto no puede ménos de ser considerado como indispensable; ¿i no lo será igualmente la pequeña suma de nueve mil doscientos setenta i cuatro pesos, que cuesta todo el ministerio de justicia, culto e instruccion pública? ¿o deberá renunciarse a los bienes reales i positivos que, segun hemos demostrado, deriva el país del ministro especial encargado de estos importantes ramos? No creemos que sea tal la mente del autor del Opúsculo: la ilustracion i extensos conocimientos que demuestra en su interesante publicacion, son para nosotros una prenda segura de que estará penetrado de la importancia de la admistracion de justicia i de la instruccion pública, para que desconozca el alto rango que estos elementos de bienestar i adelantamiento social han tomado en los estados modernos, i a que son llamados principalmente en estas nuevas repúblicas.

Otras observaciones del Opúsculo en materia de gastos o de economías que podrian introducirse salvamente i sin perjuicio del servicio público recibirian nuestra humilde i decidida aprobacion, si fuera nuestro intento entrar en la revista del citado papel, habiéndonos propuesto únicamente aprovechar la ocasion de exponer ante nuestros lectores la naturaleza de los trabajos que ocupan al ministerio de justicia e instruc

cion pública, los beneficios que de su establecimiento ha sacado el país, i los mayores todavía que deberá esperar en adelante, en circunstancias que se trabaja empeñosamente en la formacion de códigos, en la organizacion de la instruccion pública i en otros ramos sujetos al mismo ministerio.

(Araucano, Año de 1842.)

INSTITUTO DE COQUIMBO

Entre los establecimientos de educacion de la república que mas especialmente deben contribuir a sus adelantamientos, merece, sin duda, un lugar distinguido el Instituto de Coquimbo, sobre el cual dimos una noticia bastante circunstanciada, hace algun tiempo. Posteriormente hemos adquirido nuevos informes acerca de los trabajos de aquel establecimien to i los grandes progresos que hacen sus alumnos, mediante el celo e infatigable laboriosidad del ilustrado profesor de mineralojía, el señor Domeyko. Sus tareas no se limitan únicamente a la educacion elemental de las ciencias que concurren a formar el mineralojista. Penetrando con sus alumnos las partes mas sublimes de estas mismas ciencias, agrega la práctica de ellas en las manipulaciones químicas, investigaciones jeolójicas, análisis metalúrjicos i otros procedimientos prácticos, que hacen apto al estudiante, al salir de la escuela, para las profesiones de que carecemos ahora con notables atrasos i pérdidas, tanto para el fisco, como para los muchos particulares que tienen interes en este ramo. Tales serian las plazas de ensayadores cientificos en la casa de moneda, que evitasen desperdicios i procurasen considerables economías, por medio de buenos métodos o procedimientos; las de los mismos ensayadores cerca de las aduanas, para la exactitud de los avalúos en las exportaciones de metales; las de peritos de minas en todos los distritos o asientos, segun las ordenanzas; i mas que todo las de directores de los trabajos importantes que en este ramo emprenden los particulares, a veces con poco o ningun

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suceso, i casi siempre sin aquella prevision, intelijencia i economía que solo pueden proporcionar la ciencia i la práctica combinadas, i que hacen, por falta de ella, abandonar, despues de grandes gastos, laborcos que con su auxilio serian fáciles i lucrativos. En este caso, se hallan, como es sabido, infinidad de minas que habian rendido en otro tiempo grandes riquezas, ahora aguadas o derrumbadas, i otras muchas que tampoco pueden ser trabajadas por estos u otros obstáculos, invencibles para los métodos ordinarios; sin contar con el gran número de las que no traen cuenta, por su comparativa pobreza, pero que serian lucrativas, si se aplicasen a su explotacion las máquinas o métodos que economizan brazos i tiempo, i proporcionan un producto mas abundante o perfecto.

Felizmente, empieza a conocerse entre nosotros lo que importa para todo la ciencia; i sin salir de la industria minera, oímos hablar todos los dias de nuevos hornos i nuevos métodos, de privilejios exclusivos sobre inventos del país o importados de afuera; i vemos, en una palabra, la grande influencia o mas bien la verdadera revolucion que se ha obrado en este ramo desde pocos años, con motivo de las mejoras introducidas por unos pocos extranjeros en las construcciones de hornos, beneficios de escorias, bronces, ejes, etc., ántes abandonados como inservibles i que han producido ya i producen actualmente grandes riquezas.

Sobre esta materia, recordamos habernos extendido, hacc algun tiempo, con motivo del anuncio que hicimos del proyecto formado entónces, por algunas personas influyentes, de establecer una compañía por acciones a fin de estudiar i explotar las minas de diversos metales que se sabe existen en la provincia de Santiago. Ahora nos es satisfactorio anunciar que semejante sociedad se halla establecida, al ménos por lo que respecta al descubrimiento o cateo de las minas que puedan encontrarse en las cordilleras vecinas. Sus acciones no pasan, segun entendemos, de cuarenta, de a doscientos pesos cada una, en cuatro entregas; se ha hecho ya el pago de la primera de estas entregas, habiendo ocurrido una superabundante demanda de acciones desde que se tuvo noticia de la empresa.

Sin embargo, el establecimiento de ellas habia sido diferido, aguardando la llegada del señor Domeyko, quien debia esperar a su vez la época de las vacaciones del colejio de Coquimbo, para venir a hacerse cargo de los estudios o trabajos prelimi nares de la citada empresa. Sabemos que este hábil profesor ha salido ya a su viaje de exploracion, i no dudamos de los buenos resultados que obtenga.

Aplaudimos, por nuestra parte, la eleccion del señor Domeyko, como la mejor garantía para los accionistas de aquel resultado, i como un verdadero progreso del país desde que se echa mano para estas empresas de hombres de ciencia. Pocos años hace que se les preferia cualquier cateador, de los muchos que existen, principalmente en el norte, i que alucinaban desde luego con cierto charlatanismo u ostentacion de conocimientos, que están mui léjos de poscer, viviendo de este modo a costa de los crédulos. Mirábase entónces con cierta desconfianza a los profesores científicos; i es menester convenir en que tal desconfianza no carecia de fundamento, en vista de los que con semejantes títulos nos venian de afuera, en el ramo de minería i otros, i que en la realidad sabrian mu poco mas que nuestros cateadores, o que con mas amor a la riqueza que al cultivo de las ciencias, lo sacrificaban todo a su excesiva codicia. Felizmente, otros sujetos de verdadero saber que poseemos, aunque en mui corto número, empeñados exclusivamente, como el señor Domeyko, en la propagacion i adelantamiento de las ciencias, han venido a borrar aquellas impresiones, con una conducta ejemplar i los bienes reales que proporcionan al país. De éstos, deseamos ardientemente que muchos se establezcan entre nosotros, seguros que encontrarán un pueblo pacífico i hospitalario, un gobierno protector del mérito i celoso por los adelantamientos, i jeneralmente un estado de cosas tranquilo, próspero i feliz.

Volviendo a la sociedad de que acabamos de hablar, terminados sus trabajos de exploracion, i en posesion de los minerales que haya denunciado o descubierto, se formarán luego otras varias sociedades para su explotacion, segun las localidades o naturaleza de las faenas que hayan de establecerse. Se

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