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tro: tal es, entre otras, la máxima de «dejad hacer i dejad pasar,» tan en voga en Francia en otro tiempo, donde todos ocurren sin embargo al gobierno en solicitud de auxilio para todo jénero de empresas, i de trabas o prohibiciones contra la concurrencia de afuera; máxima desmentida principalmente en los estados norte-americanos, los que, a pesar del espíritu de actividad i de empresa, talvez sin paralelo, que se nota en aquel pueblo, han debido 'i deben muchas de sus primeras obras públicas al celo de los respectivos gobiernos, que ejecutan por sí mismos las grandes empresas de canalizacion, ferrocarriles i otras de igual importancia, i que mal o mui tarde podrian llevarse a cabo, sin los capitales de afuera, o sea el extenso crédito que, entre otras ventajas, poscen aquellos gobiernos sobre los trabajos promovidos i administrados por sociedades particulares.

En esta parte, se ve fácilmente que nuestra situacion actual demanda una direccion mas poderosa todavía i auxilios extensos, que en vano buscaríamos entre los particulares, por grande que sea su influjo o espíritu público, si hemos de dar algunos pasos importantes i decisivos hacia el adelantamiento de nuestra naciente industria i el bienestar jeneral. Necesitamos que la accion del gobierno se extienda a todo jénero de mejoras i obre con igual actividad en todo el país, destruyendo obstáculos, abriendo nuevos canales de industria, i aun indicando i promoviendo entre los particulares aquellos jéneros de trabajos mas esenciales i adaptables a nuestras circunstancias, o que puedan proporcionar un empleo lucrativo al mayor número de ciudadanos.

El convencimiento íntimo de esta mision especial lo ha sentido el gobierno, i la reconoce el país; i si la accion protectora del primero no ha sido en tiempos anteriores tan jeneral i extensa como era de desear, debe atribuirse al cuidado principal del mantenimiento i consolidacion del órden público que debia absorber su atencion, i a los escasos recursos de una hacienda agobiada con el peso de grandes responsabilidades en el interior i exterior, i cuyo crédito apénas empezaba a establecerse en la época a que nos referimos. Mas ahora felizmente todo ha cam

biado de aspecto; i a la época puramente conservadora (si así puede llamarse la anterior) ha sucedido otra de fomento, de reformas i mejoras, delante de las cuales está mui distante de retroceder la actual administracion, contando siempre con el apoyo de las cámaras lejislativas i la decision del pueblo.

Medidas de la mayor trascendencia, para llenar los objetos indicados, o para abrir el camino de las mejoras i asegurar la marcha progresiva del país, se preparan entre tanto en casi todos los departamentos de la administracion, para ser sometidas al cuerpo lejislativo en la sesion venidera. Por nuestra parte, recomendaremos desde ahora la lei del réjimen interior, cuya discusion quedó pendiente, i que no hemos cesado de considerar como de vital importancia, para llenar un vacío inmenso, echar los cimientos de una organizacion verdaderamente nacional i extensa, i a fin de que no haya un pueblo de la república, por lejano que se halle de la accion del gobierno supremo, en que no se sienta la influencia de esta accion, i de un modo igualmente provechoso en beneficio de todos.

Despues de esto, consideramos de no menor importancia la eleccion de los ajentes del gobierno, por cuyo intermedio deberán conseguirse semejantes bienes; i en este punto delicado, estamos persuadidos que la actual administracion hace tambien lo posible para obtener el acierto. Ella debe estar penetrada de que no bastan la probidad i el celo, para promover las mejoras sólidas, si no van acompañadas estas calidades de los conocimientos i aptitudes necesarios; i que, a esta época de adelantamientos, corresponden hombres de ideas i poseídos del espíritu de empresa. Por eso tambien la hemos visto rodearse de esta clase escojida desde los primeros tiempos de su existencia, aplicar los mismos principios en los nombramientos que posteriormente ha sido llamada a hacer, i no dudamos que en igual sentido obre en lo sucesivo.

Creemos, por último, esencial la cooperacion del país i su espontánea decision en favor de todas aquellas medidas de interes jeneral que tiendan a promover los adelantamientos; nuestro sistema republicano exije esta cooperacion de parte de todos los ciudadanos amantes del país, i la naturaleza de las

medidas a que aludimos, la hace indispensable, para que tengan todo el ensanche i los benéficos resultados de que son susceptibles. I aunque, como hemos indicado desde el principio, semejantes mejoras leben partir de la primera autoridad i ser ejecutadas en mucha parte por ella, no por eso deberá dejársele en cierto estado de aislamiento, o entregada exclusivamente a sus propios recursos, que por sí solos tampoco alcanzarian a satisfacer las actuales exijencias del país. Tales serian, por ejemplo, las obras públicas de canales, puentes, caminos, etc., en las que el gobierno pondria los estudios previos, la direccion científica i aun otros auxilios, mientras que el público sería llamado a tomar parte en estas empresas, supliendo los capitales necesarios para completarlas i conservarlas, i satisfaciéndose con ventaja del lucro que ellas podrian proporcionar. Un sistema mixto de este jénero, pensamos que sería el mas adaptable a nuestras circunstancias; i que de todas suertes, inmensos bienes deberian resultar a la nacion de los esfuerzos unidos del gobierno i de todos los chilenos en la causa de los adelantamientos.

(Araucano, Año de 1842.)

ESTABLECIMIENTO

DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

El proyecto de bases para el establecimiento de la universidad de Chile, mandada fundar por lei de 17 de abril de 1839, ha sido plenamente aprobado por el consejo de estado i remitido a las cámaras lejislativas, como se verá por el mensaje que, con el mismo proyecto, aparece ahora en las columnas de este papel. El público i las cámaras se hallan, pues, en posesion de formar juicio acerca de un proyecto, que es en sí mismo, segun nuestro modo de ver, un paso importante, si no decisivo, que va a dar el país en la carrera de su civilizacion i adelantamientos. Formado, segun las ideas dominantes del dia, i por los modelos mas acreditados en los países que ántes de nosotros se han hallado en el caso de refundir sus instituciones universitarias, para nivelarlas a las necesidades de la época, o hacerlas contribuir eficazmente a la marcha progresiva de la civilizacion, nos hemos creído autorizados, desde que tuvimos conocimiento del proyecto, para representarlo como uno de los mas útiles i benéficos que habia preparado el gobierno, i acaso como el mas fecundo en importantes resultados, para esta i las jeneraciones venideras.

No se trata de aquellos establecimientos escolásticos o de ciencias especulativas, destinados principalmente a fomentar la vanidad de los que deseaban un título aparente de suficiencia,

sin ventajas reales e inmediatas para la sociedad actual; tampoco se ha tenido en vista la idea jigantesca de una de aquellas academias, propias de los países adelantados en saber i riquezas, donde se ostenta el lujo de las ciencias i donde los hombres eminentes en ellas encuentran la recompensa de una larga i laboriosa carrera.

Se desea satisfacer en primer lugar una de las necesidades que mas se han hecho sentir desde que con nuestra emancipacion política pudimos abrir la puerta a los conocimientos útiles, echando las bases de un plan jeneral que abrace estos conocimientos, en cuanto alcancen nuestras circunstancias, para propagarlos con fruto en todo el país, i conservar i adelantar su enseñanza de un modo fijo i sistemado, que permita, sin embargo, la adopcion progresiva de los nuevos métodos i de los sucesivos adelantamientos que hagan las ciencias. I esta necesidad tan jeneralmente sentida, que ha sido reconocila por actos auténticos en casi to las nuestras lejislaturas, i sobre la cual ha insistido principalmente la constitucion que nos rije, no podia llenarse sin una corporacion especial, a cuyo cargo estuviesen la formacion del plan de estudios i su cumplida ejecucion, lo mismo que las mejoras que deban introducirse con el tiempo, i sobre todo la asidua vijilancia i contraccion que exije la economía administrativa de la enseñanza en los diversos ramos que comprenden los conocimientos humanos.

Se echaba de ménos, en segundo lugar, un cuerpo conser. vador, por decirlo así, de estos conocimientos, que, bebiendo en las fuentes i manteniendo las buenas doctrinas, alejase de entre nosotros el empirismo, sin permitir que el mediano saber o el superficialismo, talvez mas fatales para las naciones que la ignorancia, ocupen el lugar del verdadero mérito, que solo puede ser puesto a la prueba i jeneralmente reconocido por medio de estos cuerpos cientificos.

Se necesitaba igualmente de una academia en que pudiesen cultivarse i brillar los injenios nacionales, que frecuentemente nacen entre nosotros para morir pronto por falta de un teatro aparente i digno, i por falta de aquellos estímulos de

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