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ya de catorce, terminando ambos hemistiquios en voz grave, por ejemplo:

Mandez a Charlemaine le bon roi radoté

que le tréu vous rénde de France le regné;*

(Roman de Charlemagne, manuscrito, Museo Británico, Bibliotheca Regia, 15. E. VI.)

Tels Ꭹ a qui vous chantent de la reónde táble;*

(Roman du Chevalier au Cygne, manuscrito ib.

Darlis han malas cenas et peores yantares,

grant fumo a los ojos, grant fedor a las nares,

vinagre a los labros, fiel a los paladares

fuego a las gargantas, torzon a los ijares;

(Berceo, Signos del Juicio.)

o el primero en voz esdrújula i el segundo en aguda; verbi gracia:

Ca nunca hobo mácula la su virginidát;

(Berceo, Milagros de Nuestra Señora.)

ya de trece terminando un hemistiquio en grave i otro en aguda; verbi gracia:

Ventelent et ondóyent banieres et pennón....

En palais et en chambres est si grant la clartéz,

a cil qui la regarde semble tout aluméz;*

(Roman de Charlemagne, manuscrito citado.)

Mais je ne vous dirái ne mensonge ne fáble;

(Roman du Chevalier au Cygne,

manuscrito citado.)

Apareciól' la madre del rei de magestát;

(Berceo, ib.)

Ca desque se hombre vuélve con ellas una véz,
siempre va en arriédro e siempre pierde préz;

(Poema de Alejandro.)

De la parte del sól vi venir una séña;

(Arcipreste de Hita.)

Radotė, lo mismo que radoteur; tréu, tributo; regné, reino.

**Reónde lo mismo que ronde.

*** Ventelent, tremolan; pennon, pendones; en chambres, en las

cámaras.

ya finalmente de doce, siendo ambos hemistiquios truncos,

verbi gracia:

Richement sont servis a table les barónes;

(Roman de Charlemagne, manuscrito citado.)

el veer, el oir, el oler, el gustar.

(Berceo, id.)

Por aquí echará de ver cualquiera que el verso alejandrino (llamado así, segun se cree comunmente, por haberse empleado, aunque no por la primera vez, en la jesta o poema hisrórico de Alejandro, escrita en frances a los principios del siglo XIII por Alejandro de Bernay, Pedro de San Cloot, Juan le Venelais, Lambert li Cors, i otros) no es mas que un hiponacteo latino, en que las sílabas que vienen despues del último acento métrico de cada miembro, que es el de la sexta sílaba, no se reputan necesarias para el ritmo. Si alguno, sin embargo, quisiere considerarle como dimanado de la reunion de dos yámbicos dímetros, no le pondré embarazo. La cuestion est enteramente nominal, una vez que el hiponacteo no es mas que un dístico de yámbico dímetros, con la sola diferencia de faltar al segundo verso una sílaba, que por venir despues del último acento, no se considera como necesaria en el ritmo acentual de las naciones modernas.

LA RIMA

་ན།།

I

SOBRE EL ORIJEN DE LA RIMA

Ι

Pocas cuestiones, entre las concernientes a la historia de la literatura moderna, han ejercitado tantas plumas, o dado motivo a tanta variedad de opiniones, como la del oríjen de nuestra rima. Lo que parece indudable, despues de las muestras de antiguas rimas latinas alegadas por Muratori, Tyrwhitt i otros,*

A las que se mencionan en el texto me ha parecido añadir la lista siguiente, que comprende algunas otras de las mas notables i auténticas.

1. Varias poesías, entre ellas una bajo el nombre de Aldelmo, insertas en las epistolas 1, 64 i 99 de las de San Bonifacio Mogun

tino.

2. Algunos versos del mismo Aldelmo interpolados en su tratado De virginitate.

3. Varios himnos i cánticos del antifonario Bencorense, que fué publicado por Muratori con otros manuscritos de la biblioteca ambrosiana, i le parecia del siglo VII, o, cuando mas, del VIII.

4. Otros cuatro himnos del oficio de Nuestra Señora, que corre con las crónicas de Monte Casino por Leon Marsicano i Pedro Diácono, i que, segun Ánjelo de Nuce, abad de aquel monasterio, que escribia por 1660, contaba ya entónces mas de mil años de antigüedad.

5. El ritmo de San Columbano sobre la vanidad de la vida mortal, que se halla en la coleccion de epistolas hibérnicas por Jacobo Usserio. 6. Los himnos 0 lux beata Trinitas de San Ambrosio, Jesu reOPÚSC.

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es que su uso era frecuentísimo en Europa, ántes de la irrupcion de los árabes. Tres de ellas merecen particular atencion.

Entre los acrósticos de Conmodiano, hai uno (el último) cuyos versos terminan constantemente en o. La obra toda por la rudeza del estilo i versificacion debe mirarse como una muestra de la poesía vulgar del siglo III.*

El salmo de San Agustin contra los donatistas está escrito con el mismo artificio. Todos los versos (pasan de doscientos) acaban en la letra e; i es de advertir que este cantar se desti

fulsit omnium de San Hilario de Árles, Martyris ecce dies Agathæ de San Dámaso, i Rex Christe factor omnium de San Gregorio Magno. El himno Chorus novæ Jerusalem, que Quadrio cita como de San Ambrosio, se halla en la coleccion de poesías cristianas de Jorje Fabricio bajo el nombre de San Fulberto, obispo de Chartres, i los benedictinos de San Mauro no hallaron suficiente fundamento para colocarle entre las obras del santo obispo de Milan. Probablemente es uno de tantos que se llamaron ambrosianos por haberse compuesto a imitacion de los de San Ambrosio, en coplas de cuatro versos yámbicos dimetros. Tampoco se puede hacer alto sobre el himno Ad perennis vitæ fontem que Crescimbeni i Jorje Fabricio atribuyen a San Agustin, i otros con mejores fundamentos a San Pedro Damiano. Encuéntrase en el tratado de las Meditaciones, que ciertamente no es del santo doctor, i hai fuertes razones para sospechar que se escribió en el siglo XII.

Otros himnos pudieran citarse en que la rima, aunque no regular i constante, es frecuentísima, como el Magno salutis gaudio de San Gregorio, los dos de Venancio Fortunato que empiezan Agnoscat omne sæculum, el Vexilla regis prodeunt i el Tibi laus perennis autor del mismo, el Jesu quadragenariæ i el ·Beata nobis gaudia de San Hilario, etc.

Véase Muratori, Antiquitates italicæ Dissertatio XL; Tyrwhitt, Essay on the language and versification of Chaucer; Mr. Sharon Turner, On the origin of rhyme, Archeologia or Miscellaneous tracts relating to antiquities, volúmen XIV; Mr. de Roquefort, De l'état de la poésie française dans le XII el XIII siècles, pájinas 30 i siguientes; etc.

* Sobre la edad de Conmodiano, están discordes los eruditos. La opinion comun le coloca en el siglo IV. Sebastiano Pauli en su Disertacion sobre la poesía de los Santos Padres le hace subir al II. Lo mas probable es que floreció en el III. Consultese a Fabricio, Bibliotheca latina mediæ et infimæ æri.

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naba a la infima plebe, i a los que no tenian ninguna tintura de instruccion, como lo dice expresamente el santo. En una composicion de esta especie, era natural que se adoptasen las formas de la poesia vulgar.

Un pasaje de la Vida de San Faron, obispo de Meaux, la cual se atribuye a Hildegario, obispo de la misma ciudad, acredita lo familiar que era la rima a los franceses desde los principios del siglo VII, pues la usaban en las cantinelas populares i rústicas. El historiador refiere que, en celebridad de la victoriosa expedicion de Clotario II, rei de Francia, contra los sajones, se hizo una cantinela al modo rústico, la cual andaba en boca de todos, i las mujeres mismas la repetian a coros. Las coplas de esta cantinela que cita Hildegario son rimadas; i en ella parece que se observó tambien la unidad de rima.*

* Dicen así, (adoptando la leccion de Mr. de Roquefort, De l'état de la poésie française, pájina 362);

De Clotario est canere, rege francorum,

qui ivit pugnare in gentem saxonum.

Quan graviter provenisset missis saxonum,

si non foret inclytus Faro de gente burgundionum!.......

Quando veniunt in terram francorum,

Faro ubi erat princeps, missi saxonum,

instinctu Dei transeunt per urbem meldorum.

ne interficiantur a rege francorum.

Para entender estos versos, es necesario tener presente que Clotario habia determinado dar muerte a ciertos embajadores de los sajones. San Faron, convirtiéndolos a la fe cristiana, logró apaciguar la ira del rei.

Mr. Sharon Turner piensa que estas coplas fueron traducidas del dialecto jermánico de los francos, en que supone se hizo orijinalmente la cancion; porque es probable, dice, que no se hablaba entonces un latin tan puro, i porque aquélla con que en 883 se celebró la victoria del rei Luis sobre los normandos se compuso en franco-tudesco. Pero esta suposicion repugna al texto. Hildegario, o quienquiera que fuese el autor de la Vida de San Faron, se apoya en la rusticidad de aquellos versos para probar lo célebre que era el santo entre toda clase de jentes. Por otra parte, dudo que a nadie se haga creible que una cancion teutónica haya podido ser entendida i repetida por jeneralidad del pueblo frances en tiempo alguno. El latin de aquel

la

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