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da para dirijir sus especulaciones; para plantear empresas que rindan utilidades a sus autores i al público, cuyo interes está aquí íntimamente unido con el de los particulares. ¿Cómo puede el espíritu de especulacion industrial encaminarse a un campo inexplorado, cuyas calidades ignora, de cuyas riquezas i aptitudes fisicas i morales no tiene idea? Para juzgar de la escasez de las noticias que circulan en Europa sobre este país, basta recorrer las mejores obras de jeografía, los mejores diccionarios de comercio publicados hasta ahora en Inglaterra i Francia. I lo peor de todo es que se suplen a veces los conocimientos de que allí se carece con pormenores erróneos i aun ridículos, tomados de viajeros ignorantes o superficiales, de lo que pudiéramos dar algunos ejemplos curiosos. La obra del señor Gay llenará en parte este vacío; i no dudamos que la nueva oficina hará tambien contribuciones interesantes a la jeografía i la estadística de nuestro suelo.»>

VII

El predilecto para Bello entre los establecimientos de Chile fué el Instituto Nacional.

Le consideraba en El Araucano número 602, fecha 4 de marzo de 1842, como el «precioso plantel de nuestra juventud, primer fruto sustancial de nuestra gloriosa revolucion, que debia seguir la suerte de ella, sucumbir cuando sucumbió la patria, renacer mas bello el dia de la restauracion de esta misma patria, i dar desde poco tiempo despues al estado los varones distinguidos que debian dirijirlo, defenderlo e ilustrarlo. >>

Asistia con frecuencia a los exámenes para interrogar

a los alumnos en gramática castellana, latin, filosofía, derecho, sin desdeñar por eso los colejios privados, i casi siempre daba en la prensa cuenta de sus observaciones.

El 8 de febrero de 1839, decia en El Araucano número 441:

«El último año escolar ha dado resultados tan satisfactorios, que nos creemos obligados a felicitar por ellos a los amantes de la civilizacion chilena i de los buenos estudios. El Instituto Nacional ha sido, como era de esperarse, el que mas parte ha tenido en este progreso de la educacion literaria.»

I así en otras ocasiones.

Don Andres Bello concurria igualmente a las distribuciones de premios, que deseaba se hicieran con gran pompa i solemnidad.

Léase lo que escribia en el número 594 de El Araucano correspondiente al 7 de enero de 1842.

«Los exámenes, distribuciones de premios i demas fiestas de colejios, han sido a la conclusion del próximo año pasado mas interesantes que en ninguna otra época; porque nunca habíamos poseído tantos establecimientos de educacion, ni jamas habian sido tan numerosamente asistidos. Hace quince años solamente que no existia en la capital otra casa de educacion propiamente dicha que el Instituto; i ni ocurria siquiera la idea de un establecimiento para niñas. Hoi contamos con ese mismo Instituto, que ha crecido cada dia en extension e importancia, i que, por las numerosas cátedras i distinguidos profesores que posee actualmente, se ha hecho como la escuela normal i centro de los estudios del país. La capi

OPUSC.

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tal contiene ademas cinco colejios para jóvenes que concurren i rinden exámenes en el Instituto Nacional, otros tantos de señoritas, fuera de una multitud de establecimientos subalternos de ambos sexos i de escuelas gratuitas municipales, conventuales, etc. para hombres. Uno de aquellos colejios de niños i otro de señoritas han sido formados el año que espira, el que ha visto tambien dar principio a una institucion gratuita para niñas pobres, protejida i auxiliada por el supremo gobierno.

«Así tambien los papeles públicos en todo el mes pasado, i aun ántes de él, nos han dado relaciones mas o ménos pomposas de los exámenes, de exposiciones de trabajo de los educandos o educandas, i de las distribuciones de premios en los diferentes colejios, excepto en el primero de todos: el Instituto Nacional. Nos es satisfactorio publicar ahora el acta de profesores del Instituto sobre los jóvenes que se han hecho acreedores a los primeros premios i una lista de aquellos que han merecido el accesit, o se han distinguido por su aplicacion i buena conducta. Del mismo modo, hemos sido favorecidos con algunas observaciones acerca del poco interes que se muestra por el público, i principalmente por los padres de familia, en los progresos del Instituto, a vista de la pequeña concurrencia a sus exámenes i actos públicos, de personas de afuera. Convenimos, por nuestra parte, en la justicia de estas observaciones, principalmente en cuanto tiende a manifestar que el mejor estímulo para los adelantamientos de la juventud consiste en el aplauso que reciben de sus parientes i amigos, o en aquel sentimiento naciente de gloria, o de amor propio racional i moderado, que, léjos de sofocarse en el principio

de la carrera del jóven, debe dirijirse i estimularse como oríjen de la elevacion de ánimo i de todas las bellas acciones. A esto contribuye, sin duda, i mui poderosamente, la publicidad de semejantes actos; i es esencial al mismo tiempo en la educacion de los jóvenes, considerados como ciudadanos de una república, i llamados mas tarde al ejercicio activo de esta ciudadanía, o como destinados a las carreras del foro, de la Universidad i la tribuna parlamentaria, en las que se necesitan los hábitos, formados desde temprano, de presentarse i hablar en público con cierta soltura i facilidad.

«I si tales estímulos de gloria o semejante publicidad los consideramos útiles e importantes respecto de los jóvenes educandos, ¿con cuánta mayor razon no se hacen apetecibles para sus dignos profesores, consagrados a una carrera ardua, difícil i laboriosa, sin mas premio por ahora que la conciencia de los grandes bienes que proporcionan a la sociedad con sus laudables esfuerzos, i sin ninguno de aquellos alicientes de honor i gloria que hacen soportables las privaciones, i que alijeran en cierto modo el peso de ocupaciones áridas, monótonas i sin lucro inmediato, o correspondiente siquiera a la fatiga i el trabajo? Tal es la posicion de la clase digna i meritoria de los profesores del Instituto Nacional: felizmente el gobierno la comprende en toda su extension, i trata de mejorarla. Esperemos que se le abra una carrera enteramente nueva en la futura Universidad de Chile, llamada a dar importancia, publicidad i recompensa a los estudios literarios i científicos, a ponerlos en honor en todo el país, i a servir principalmente con su poder e influencia, al primer establecimiento de la república, que no ha cesado desde su fundacion de dar al estado

sujetos de un mérito esclarecido, i que siempre se ha afanado por introducir nuevos métodos i mejoras en la enseñanza moral, social i científica que está a su cargo.»

Bello profesaba al Instituto Nacional un afecto paternal; se empeñaba en la mejora de sus textos i de sus métodos; i se regocijaba con sus adelantamientos i sus triunfos.

Se fijaba hasta en la pronunciacion de los niños.

Los alumnos del Instituto Nacional no hicieron mas que pagarle una deuda de gratitud, cuando acompañaron en masa su ataúd a la última morada.

VIII

Don Andres Bello pensaba que la lacra de la literatura chilena era la incorreccion del lenguaje.

Fuera de pocas i honrosas excepciones, los neolojismos i los solecismos abundaban en nuestras obras, como los cardos i los abrojos en un terreno sin cultivo.

Esa literatura se anunciaba tan robusta como variada; pero se presentaba al mundo bajo un traje desaliñado, que la deslucia i afeaba.

La escuela, el colejio i la prensa suministraron a Bello medios poderosos i adecuados para inculcar a la juventud el recto uso de las palabras i frases.

Los volúmenes anteriores manifiestan sus esfuerzos incansables para que nuestros oradores hablasen i nuestros literatos escribiesen con la perfeccion correspondiente a las brillantes dotes de que estaban adornados.

Los hechos han venido a probar con evidencia irrecu

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