Antología de prosistas castellanosImp. clásica española, 1917 - 384 من الصفحات |
طبعات أخرى - عرض جميع المقتطفات
عبارات ومصطلحات مألوفة
admiración agora Alfonso amigo amor antiguo Arcipreste Arcipreste de Talavera assí autor avía Belerma buen caballero caballo CALISTO Carlomagno castellano Celestina Cervantes ción commo Conde conjunción corazón cosas Covarrubias decir dellos desque destos dezir dice diesse digo dijo dixo díxol dizen Durandarte edición ende enemigo Enrique Enrique de Villena entender eran Erasístrato escribir España estaba estilo fablar fizo francés frase Fray Luis fuese fuesse Galieno Garçi Pérez gente habla halla hermano hermosura hijo historia honra Illán latín lengua lenguaje libros libros de caballerías llama llorar mandó manera manos Mariana MELIBEA mira Montesinos moros muerte muger mundo Nero noche nombre ojos omne padre pág palabras parece paso Pedro poco poder poner preposición primera pronombre prosa Quijote razón reino respondió romance salir Santa siglo xvi SUETONIO tenía Toledo usado véase Mio Cid veces venir verbo voces vuesa merced
مقاطع مشهورة
الصفحة 223 - ... los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías...
الصفحة 161 - ... el bien hablar no es común, sino negocio de particular juicio, así en lo que se dice, como en la manera como se dice. Y negocio que de las palabras, que todos hablan, elige las que convienen, y mira el sonido de ellas, y aun cuenta a veces las letras, y las pesa, y las mide, y las compone, para que no solamente digan con claridad lo que se pretende decir, sino también con armonía y dulzura.
الصفحة 223 - La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra ferniosura. Y también cuando leía: [...] los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
الصفحة 243 - ... por mis valerosas, muchas y cristianas hazañas he merecido andar ya en estampa en casi todas o las más naciones del mundo. Treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse treinta mil veces de millares, si el cielo no lo remedia.
الصفحة 222 - Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso -que eran los más del año-, se daba a leer libros de caballerías con tanta andón y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda...
الصفحة 105 - Y más te hago saber, porque te huelgues: que he alquilado otra casa, y en ésta desastrada no hemos de estar más de en cumpliendo el mes. ¡Maldita sea ella y el que en ella puso la primera teja, que con mal en ella entré!
الصفحة 222 - Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años: era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.
الصفحة 94 - Y acostóse en la cama, poniendo por cabecera las calzas y el jubón, y mandóme echar a sus pies, lo cual yo hice; mas ¡maldito el sueño que yo dormí! Porque las cañas y mis salidos huesos en toda la noche dejaron de rifar y encenderse, que con mis trabajos, males y hambre, pienso que en mi cuerpo no había libra de carne; y también, como aquel día no había 3.160 comido casi nada, rabiaba de hambre, la cual con el sueño no tenía amistad.
الصفحة 109 - Dios! si al conde topo en la calle y no me quita muy bien quitado del todo el bonete, que otra vez que venga me sepa yo entrar en una casa, fingiendo yo en ella algún negocio, o atravesar otra calle, si la hay, antes que llegue a mí, por no quitárselo.
الصفحة 107 - Déjalos, señor, acaben de pasar la calle -dije yo. Al fin vino mi amo a la puerta de la calle, y ábrela esforzándome, que bien era menester, según el miedo y alteración, y me torno a encaminar. Mas, aunque comimos bien aquel día, maldito el gusto yo tomaba en ello. Ni en aquellos tres días torné en mi color. Y mi amo, muy risueño todas las veces que se le acordaba aquella mi consideración.