Fábulas y cuentos: a Spanish readerClifford Gilmore Allen World book Company, 1918 - 180 من الصفحات |
طبعات أخرى - عرض جميع المقتطفات
عبارات ومصطلحات مألوفة
1st and 3rd 1st pers 2nd pers 3rd pers acaeció Adónde Aguachirle áis an pres Álvarez árbol asno back become beginning bestias book caballero del cisne caballo Cabañaquinta cabra camello cangrejo cents Clarence Rowe CLIFFORD G collarada comenzó conj cordero culebra cura debe decir diablo dice dijeron Dijo el cuervo dijo el lobo Dijo el ratón Elsa entonces estaba fábula falso Felechosa Fonseca galápago gallo gamo garza Gilledo give good halló hicieron hijo del rey hizo imperat indef indic intr joven Júpiter keep ladrón león liebre little llegó llevó Lohengrin madre make mandó maravedís mató miedo mundo name one's palomas papeleta past abs past subj Pérez perro Pichón PREGUNTAS prep príncipe pron puso quería quieres ranas refl room Rowe FIG sabio selections sing Spanish take tenía time torpe town truchas used venir vino vió vivir volvió zorra ΙΟ
مقاطع مشهورة
الصفحة 135 - EN UN LUGAR de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
الصفحة 103 - ... recordaba cuándo había sido cachorro, y un caballo que había entrado en su poder hacía más de veinte años, cerrado ya, al decir de los peritos. Como don Pedro, que así se llamaba el cura, pasaba bien de los setenta, con razón podía decirse que aquella casa era un museo de antigüedades. Vamos a referir la historia del caballo, dejando para otra sazón la del mastín, por ser menos interesante. Nadie le conocía en el pueblo sino por «el potro del señor cura».
الصفحة 103 - ... inocencia de espíritu que sólo otorga Dios a los que elige para sí: por donde era estimado y querido de todos. Habitaba en su casa rectoral, a dos tiros de piedra del pueblo, servido por una criada vieja y un criado no menos añoso. Había también un mastín, que nadie recordaba cuándo había sido cachorro, y un caballo que había entrado en su poder hacía más de veinte años, cerrado ya, al decir de los peritos. Como don Pedro, que así se llamaba el cura, pasaba bien de los setenta,...
الصفحة 107 - ¡Quién sabe a qué lo destinarían! Tal vez a una diligencia; quizá a morir inicuamente en una plaza de toros. De todos modos, el martirio. La inocencia con que el rucio caminaba, sin recelo ni sospecha, causaba en su amo una impresión de vergüenza, que no era poderoso a reprimir. En la feria, el ganado andaba muy barato. El Pichón era tan viejo, que nadie le quería. Sólo un chalán ofreció por él quince duros. El cura lo soltó, al fin en este precio, por temor a las burlas del vecindario...
الصفحة 104 - Pero, como el lector comprenderá, éste no era más que un mote que por reír le habían puesto. El autor de la burla debía de ser Xuan de Manolín, que era en aquel tiempo el espíritu más humorístico y despreocupado con que contaba la parroquia. Su verdadero nombre era Pichón. Así le designaba su dueño, lo mismo que los criados. Había sido tordo en otro tiempo; pero cuando yo le vi todos los pelos negros se le habían caído o se habían trocado blancos. No tenía mala estampa; su condición...
الصفحة 106 - ¿Qué les habrá hecho el pobre animal a estos zopencos, para que tan mal le quieran?» El que más se ensañaba era Xuan de Manolín. Jamás pasaba el cura a caballo por delante de su taberna que no saliese a la puerta a soltar alguna de sus habituales ocurrencias; si es que ya no tenía de la brida al jaco y, mostrándose primero muy fino, concluía por bajarle el belfo y preguntar con aparente candidez: — ¿Está cerrado ya, señor cura?
الصفحة 104 - Pichón reunía partes bastantes para ser estimado por su amo como una alhaja. La virtud sobresaliente de este precioso animal era, no obstante, la sobriedad. Como la poca hierba que daba el prado de mansos la comía casi toda una vaca de leche que el cura poseía, el desgraciado Pichón...
الصفحة 108 - Allí sucedía lo contrario que en Oviedo. Las bestias estaban caras. Menos de cuarenta duros no había modo de mercar caballería que sirviese. En cuarenta y tres, y el correspondiente alboroque, se hizo dueño nuestro cura de un caballo alazán tostado, no muy vivo de genio, pero seguro y firme...
الصفحة 107 - Según se acercaba a la ciudad, le iban pun- ,s zando más y más los remordimientos. Por vueltas que se diera al asunto, y aunque se presentasen numerosos ejemplos de este caso, la verdad es que no dejaba de ser una ingratitud vender al pobre Pichón después de veinte años de buenos servicios.
الصفحة 103 - EL POTRO DEL SEÑOR CURA Muchos habrán conocido como yo al cura de Arbín, y habrán tenido ocasión de admirar su carácter bondadoso y nobilísimo, la sencillez de sus costumbres y cierta inocencia de espíritu que sólo otorga Dios a los que elige para sí: por donde era estimado y querido de todos. Habitaba en su casa rectoral, a dos tiros de piedra del pueblo, servido por una criada vieja y un criado no menos añoso. Había también un mastín, que nadie recordaba cuándo había sido cachorro,...