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genuflexion juntamente con el Celebrante, y luego pasa á la mano siniestra del Celebrante, hace alli genuflexion, y asiste volviendo las hojas cuando sea menester, arrodillándose cuando el Celebrante se arrodilla, y signándose cuando él se signa &c. El Subdiácono despues de alzado el Caliz, se levanta y está en su lugar sin arrodillarse cuando se arrodilla el Celebrante; y el Turiferario lleva a la Sacristía el Incensario, por no ser ya necesario. Los acólitos llevan tambien á la Sacristía las hachas que sacaron al em. pezarlos Sanctus, menos que haya Comunion, ó sea Vigilia de ayuno, ó Misa de Requiem, que en tal caso se detienen hasta despues de la Comunion.

61 Al decir el Celebrante Per quem omnia, el Diácono hace genuflexion, y pasa á la diestra del Celebrante, donde hace otra genuflexion; y asiste quitando y poniendo la Hijuela al Caliz, arrodillándose juntamente con el Celebrante; y cuando dice: Per omnia sæcula sæculorum, hace genuflexion, y baja detras del Celebrante; y al decir Et dimitte nobis, Diácono y Subdiácono, no habiendo hecho genuflexion en sus lu

gares, suben al lado de la Epístola, el Diácono, a la derecha del Celebrante, y á la diestra del Diácono el Subdiácono; y luego el Diácono, apartando de encima de la Patena el paño de hombros, toma la misma Patena, y puesta sobre el Altar, la limpia con el Purificador.

62 Cuando el Celebrante empieza Libera nos, el Diacono, tomada la Patena entre el índice y pólice, se la entrega, besando primero el filo de la misma Patena, y despues la mano del Celebrante, y descubre el Caliz cuando sea tiempo, arrodillándose juntamente con el Celebrante. Entretanto el Subdiácono da el paño de hombros al Acólito, y hecha genuflexion, baja al plano del Altar detras del Celebrante; y cuando este se arrodilla, se arrodilla tambien el subdiácono.

63 Mientras el celebrante pone la patena debajo de la Hostia, el Diácono descubre el Caliz, se arrodilla, y levanta en habiendo echado el Celebrante la Partícula en el Caliz; lo cubre, y lugo se arrodilla: ni hay necesidad que mientras el Celebrante parte la Hostia tenga el Diá cono el Caliz por el pie. Bau

dri part. 3. tit. II. art. 8. num. II Cuando el Celebrante dice Pax Domini, el Subdiácono hace genuflexion, y sube á la siniestra del Celebrante, con el cual, y el Diácono se arrodilla otra vez: inclinados despues los tres con las manos juntas ante el pecho dicen en voz sumisa los Agnus; y al decir Miserere novis se golpean levemente el pecho con la mano derecha, teniendo el Celebrante la siniestra sobre el Corporal, y los Ministros debajo del pecho.

64 El Subdiácono despues de los Agnus hace genu. flexion, y baja á la segunda grada, donde suele estar otras veces el Diácono, para que pueda asi recibir mas cómodamente la paz: Merati p. 2. tit. I. num. IO. y el Diácono se arrodilla con las dos rodillas sobre la tarima cerca del Altar, y espera que el Celebrante concluya la primera Oracion, despues de la cual, ó poco antes, se levanta y junta las manos ante el pecho, no sobre el Altar, lo besa fuera de los Corporales; y al mismo tiempo el Celebrante, puestas las manos sobre el Corporal, besa tambien el Altar.

65 Despues de besado el

Altar, el Celebrantesin hacer genuflexion abraza al Diácono, poniendo las dos manos sobre los hombros del Diácono, y arrimando mutuamente las mejillas; y donde hubiere costumbre de que el que da la paz solamente ponga la mano derecha sobre el hombro izquierdo del que la recibe, y la siniestra debajo del sobaco, se podrá tambien observar este modo. Id. suprà, num. 43. El Diácono pone sus brazos debajo de los del Celebrante; de suerte que mutuamente se abracen. Idem supr. Bauldri p. 3. cap. 11. art. 8. num. 13. y antes y despues de recibir la paz, hace inclinacion al Celebrante; el cual, al tiempo de dar la paz dice: Pax tecum; y el Diácono responde: Et cum spiritu tuo.

66 El Diácono despues de recibida la paz del Celebrante, y hecha genuflexion en el mismo lugar, vuelve sobre su izquierda hacia el Subdiácono, el cual hace venia, y recibe la paz en el mismo modo que el diácono la recibió del Celebrante, y despues mutuamente se hacen venia; pero el que da la paz nunca hace venia antes de darla.

67 El Diácono nunca da la paz á otra persona fuera del Subdiácono, sino que

asistiese el Prelado sin asistentes, que en este caso se la da antes que al Subdiácono, y estese la podrá dar con ósculo á algun Príncipe supremo lego ó Gobernador de la Provincia, en el mismo modo que se da á los del Clero, como del mismo Ceremonial de Obispos, y práctica de la Capilla del Papa lo deduce el citado Merati; pero a otras personas inferiores se les dará con el Portapaz.

68 Conforme a la dispensacion de San Pio V. para que en España pueda llevar la paz al Coro algun Acólito, este tomando el Portapaz con algun tafetan del color correspondiente al Oficio, se pone de rodillas detras del Diácono, el cual, despues de haber dado la paz al Subdiácono, besa el Portapaz diciendo: Pax tecum, y el Acólito res. ponde: Et cum spiritu tuo. En sentir de Olalla el Subdiacono es el que ha de besar el Portapaz; pero otros juzgan que lo ha de hacer el Diácono. Bauldri supr. num. 19. Merati supr. n. 46. En llegando al Coro el Acólito con el Portapaz, hecha genuflexion al Altar, saluda al Coro, inclinándose á una y otra parte, y llegando al mas digno, se la da á besar di

ciendo: Pax tecum, y del mismo modo por su órden á los demas.

69 El Diácono, despues de dada la paz al Subdiácono, sube a la siniestra del Celebrante, y hecha alli genuflexion asiste al Celebrante. El Subdiacono, no yendo al Coro á dar la paz, sube tambien al mismo tiempo que el Diácono a la diestra del Celebrante, y hace alli genuflexion; y cuando el Celebrante dice: Domine non sum dignus, ambos se inclinan profundamente; y puesta la mano siniestra debajo del pecho, con la derecha se hieren levemente el pecho, y lo mismo se inclina mientras el Celebrante toma ambas especies, pero no en el tiempo intermedio de una á otra.

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70 El subdiácono descubre el Caliz cuando el Celebrante dice: Quid retribuam Domino; y hecha genuflexion, toma de mano del Acólito las vinageras, que á este tiempo trae de la Credencia, besando antes la vinagera, echa en el Caliz, que sobre el Altar y no fuera tendrá el Celebrante, la cantidad de vino que le insinuare el mismo Celebrante, y despues otra vez vino y agua para purificar los dedos.

71 Si en la Misa solemne se hubiere de dar comunion, el Celebrante despues de haber sumido el Sanguis deja el Caliz al lado de la Epístola dentro del Corporal, y el Subdiácono le cubre con la Hijuela, hace genuflexion, y al mismo tiempo la hará tambien el Diácono, que está a la mano siniestra del Celebrante: pasa despues el Subdiácono por el plano, y el Diácono por la segunda grada, y en llegando el Diácono á la diestra, y el Subdiácono á la siniestra del Celebrante, hacen otra genuflexion: despues de la genuflexion pone el Diácono en medio del Corporal el Copon (si se consagraron las Formas en la misma Misa) y lo descubre, y luego se arrodilla otra vez. 72 Si el Copon se ha de sacar del Sagrario, el Cele. brante y Subdiacono se ponen de rodillas un poco apartados hacia el lado del Evangelio; el Diácono, sin hacer genuflexion, abre el Sagrario, hace genuflexion, saca el Copon, lo pone en medio del Corporal, lo descubre y hace genuflexion: entonces el Celebrante llega á medio del Altar, el Subdiácono queda á su siniestra en pie, y el Dia cono baja al plano sin volver

la espalda al Sacramento: estando el Diácono en el plano hacia la esquina del Altar, vuelto el rostro hacia el Celebrante, inclinada la cabeza y hombros, y las manos juntas ante el pecho, dice en voz clara la Confesion. (Es abuso decirla tambien el Subdiacono.)

73 Acabada la Confesion, el Diácono y Subdiácono se arrodillan en el mismo sitio donde están; y el Celebrante despues de hacer genuflexion, retirándose algo hacia el lado del Evangelio, vuelve el rostro á los que han de comulgar, y dice: Misereatur vestri &c. respondiendo los Ministros Amen. Si hubieren de comulgar el Diácono y Subdiácono, este se arrodilla antes de la Confesion en la segundagrada de la parte del Evangelio; y el Diácono despues de la ablucion del Celebrante se arrodilla en la segunda grada del lado de la Epístola.

74 Mientras el Diácono dice ó canta la Confesion, dos Acólitos estienden alguna toalla, y arrodillados ante el Celebrante, la tienen con ambas manos hasta haberse acabado toda la Comunión del Clero.

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75 Despues de lo dicho,

el Celebrante, hecha genuflexion, toma el Copon, y habiendo dicho Ecce Agnus Dei, y lo demas, como se dijo de la Comunion en la Misa rezada, comulga primero al Diácono, y despues al Subdiácono, el cual, si fuere Sacerdote, pondrá Estola; y despues de haber comulgado bajan de las gradas, hacen genuflexion, y vanala Credencia, donde toman la purificacion, y vueltos al Altar hacen genuflexion, y suben á sus lugares, el Diácono á la parte del Evangelio, y el Subdiácono a la de la Epístola, y estan de rodillas hasta que se haya concluido la Comunion.

70 Acabada la Comunion, y vuelto el Celebrante al Altar, si han sobrado algunas Formas, y no se han de guardar en el Sagrario, las sume luego, sin hacer antes genuflexion: puesto despues el Copon sobre el Caliz, echa en él con el dedo índice las Partículas, habiendo antes quitado la Hijuela el Subdiácono: toma despues de mano del Subdiácono un poco de vino en el Copon, y habiendole rodeado con él, lo echa en el Caliz para tomarle despues con la purificacion; y por estar entonces el Subdia

cono ocupado con las vinageras, el Diácono limpia el Copon con el Purificador, y se lo entrega á algun Acólito ordenado in Sacris.

77 Cuando el Copon se ha de entrar en el Sagrario, queda el Diácono a la diestra del Celebrante; y despues de haber dejado el Celebrante el Copon en la Ara, y retirandose con el Subdiácono hacia el lado del Evangelio, donde se ponen arrodillados, llega el Diácono al medio, hace genuflexion, y cubre el Copon, abre el Sagrario, y lo entra en el, hace genuflexion, y cierra el Sagrario. Hecho esto, llega el Celebrante al medio, y el Diácono y Subdiácono, haciendo genuflexion en el sitio donde estan, pasa el Diácono a la siniestra del Celebrante, y el Subdiácono á la derecha.

§. VII.

Del Postcommunio, y otras

cosas hasta el fin de la
Misa.

78 Despues de la ablucion del Celebrante, el Diácono toma el Misal con el atril, y lolleva al lado de la Epístola, pasando por la segunda grada; y haciendo en medio de ella genuflexion, deja registrada

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