My wedding guests, and fitly ye are come. Lucretia's husband, for thou shalt not clasp For I must tell thee all. I sat at eve Spinning amid my maidens as I wont, From Ardea, for he brought me news of thee, Nay, hear me out! strength, All power of utterance gone! Gone was my rebel Astonished, stunned, I saw the coward ruffian, heard him urge His wicked suit, and bid me tamely yield, — Yield to dishonor. When he proffered death, Look if it have not kindled Brutus' eye: Think'st thou, my husband, that I dreaded death? O Collatine! the weapon that had gored My bosom had been ease, been happiness, Elysium, to the hell of his hot grasp. Judge if Lucretia could have feared to die! [Stabs herself. BRISTOL, 1799. LA CABA. THIS monodrama was written several years before the author had any intention of treating at greater length the portion of Spanish history to which it relates. It is founded upon the following passage in the "Historia Verdadera " del Rey Don Rodrigo, which Miguel de Luna translated from the Arabic. "Aviendose despedido en la ciudad de Cordoba el Conde Don Julian de aquellos Generales, recogió toda su gente, deudos y criados; y porque sus tierras estavan tan perdidas y maltratadas, se fue á un lugar pequeño, que está fabricado en la ribera del Mar Mediterraneo, en la provincia que llaman Vandalucia, á la qual nombraron los Christianos en su lengua Villaviciosa. Y aviendo llegado á ella, dió orden de embiar por su muger, y hija, que estavan detenidas en aquellas partes de Africa, en una ciudad que está en la ribera del mar, la qual se llama Tanjer, para desde alli aguardar el sucesso de la conquista de España en que avia de parar: las quales llegadas en aquella villa, el Conde D. Julian las recibió con mucho contento, porque tenia bien sentida su larga ausencia. Y aviendo descansado, desde alli el Conde dava orden con mucha diligencia para poblar y restaurar sus tierras, para ir á vivir á ellas. Su hija estava muy triste y afligida; y por mucho que su padre y madre la regalavan, nunca la podian contentar, ni alegrar. Imaginava la grande perdida de España, y la grande destruicion de los Christianos, con tantas muertes, y cautiverios, robadas sus haziendas, y que ella huviesse sido causa principal, cabeza, y ocasion de aquella perdicion; y sobre todo ello le crecian mas sus pesadumbres en verse deshonrada, y sin esperanza de tener estado, segun ella deseava. Con esta imaginacion, engañada del demonio, determinó entresi de morir desesperada; y un dia se subió á una torre, cerrando la puerta della por dedentro, porque no fuesse estorvada de aquel hecho que queria hazer; y dixo á una ama suya, que le llamasse á su padre y madre, que les queria dezir un poco. Y siendo venidos, desde lo alto de aquella torre les hizo un razonamiento muy lastimoso, diziendoles al fin dél, que muger tan desdichada como ella era, y tan desventurada, no merecia vivir en el mundo con tanta deshonra, mayormente aviendo sido causa de tanto mal y destruicion. Y luego les dixo, Padres, en memoria de mi desdicha, de aqui adelante no se llame esta ciudad, Villavicioso, sino Malaca; Oy se acaba en ella la mas mala muger que huvo en el mundo. Y acabadas estas palabras, sin mas oir á sus padres, ni á nadie de los que estavan presentes, por muchos ruegos que la hizieron, y amonestaciones que no se echasse abaxo, se dexó caer en el suelo; y llevada medio muerta, vivió como tres dias, y luego murió.- Fue causa este desastre y desesperacion de mucho escandalo, y notable memoria, entre los Moros y Christianos: y desde alle adelante se llamo aquella ciudad Malaga corruptamente por los Christianos; y de los Arabes fue llamada Malaca, en memoria de aquellas palabras que dixo quando se echó de la torre, no se llame Villaviciosa, sino Malaca, porque ca, en lenguaje Español quiere dezir porque; y porque dixo, ca, oy se acaba en ella la mas mala muger que huvo en el mundo, se compuso este nombre de Mala y ca." — Cap. xviii. pp. 81, 83. Bleda, who has incorporated Miguel de Luna's story in his "Cronica de los Moros de España," pp. 193, 194, has the following curious passage concerning La Caba: "Fue la hermosura desta dama no menos dañosa á España, que la de Elena á Troya. Llamaronla los Moros por mal nombre La Cava; y nota el Padre Fray Estevan de Salazar, Cartuxo, en los discursos doctissimos sobre el Credo, que esto no fue sin mysterio: porque el nombre de nuestra primera madre en el Hebreo no se pronuncia Eva, sino Cavah: de suerte que tuvieron un mesmo nombre dos mugeres que fueron ruyna de los hombres, la una en todo el mundo, y la otra en España." Bleda, p. 146. Morales supposes that the gate at Malaga derived its name, not from the death of La Caba, but from her having passed through it on her way to Africa. "En Malaga he visto la puerta en el muro, que llaman de La Cava, y dicen le quedó aquel nombre, habiendo salido esta vez por ella embarcarse. Y la gran desventura que luego sucedió, dexó tristemente notable aquel lugar." - Morales, 1. xii. cap. lxvii. § 4. The very different view which I have taken of this subject, when treating it upon a great scale, renders it proper to substitute for Julian in this earlier production the name of Illan, for which the "Cronica de España" affords authority, and to call his daughter as she is named in that spirited ode by P. Luis de Leon, of which a good translation may be found in Russell's poems. FATHER! Count Illan! here—what here I say, - Thou need'st not hasten hither! Ho! Count Illan, I tell thee I have barred the battlements; I tell thee that no human power can curb A desperate will. The poison and the knife, These thou couldst wrest from me; but here I stand Beyond thy thrall, free mistress of myself. Though thou hadst wings, thou couldst not overtake My purpose. I command my destiny. Would I stand dallying on Death's threshold here, If it were possible that hand of man Could pluck me back? Why didst thou bring me here To set my foot, reluctant as I was, On this most injured and unhappy land? I might have lingered out my wretched life, The leprous curse of infamy. But here, |