Venid vos acá, compañero mío y amigo mío, y conllevador de mis trabajos y miserias: cuando yo me avenía con vos, y no tenía otros pensamientos que los que me daban los cuidados de remendar vuestros aparejos, y de sustentar vuestro corpezuelo, dichosas... El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - الصفحة 82بواسطة Miguel de Cervantes Saavedra - 1825عرض كامل - لمحة عن هذا الكتاب
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1780 - عدد الصفحات: 356
...horas , mis dias y mis años; pero despues que os dexé , y me subí sobre las torres de la ambicion y de la soberbia , se me han entrado por el alma adentro mil miserias 9 mil trabajos y quatro mil desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo, Iba asimesmo enalbardando... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1787 - عدد الصفحات: 326
...horas, mis dias y mis años; pero despues que os dexé , y me subi sobre las torres de la ambicion y de la soberbia , se me han entrado por el alma adentro mil miserias, mil trabajos y quatro mil desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba' diciendo , iba asimesmo enalbardando el... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1819 - عدد الصفحات: 432
...horas, mis dias y mis años; pero despues que os dejé , y me subí sobre las torres de la ambicion y de la soberbia , se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo , iba asimismo enalbardando el asno, sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1832 - عدد الصفحات: 466
...mis horas, mis diasymis años; pero despues que os dejé, y me subi sobre las torres de la ambicion y de la soberbia, se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo , iba asimismo enalbardando el asno , sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1841 - عدد الصفحات: 838
...horas, mis dias y mis años; pero despues que os- dejé, y me subi sobre las torres de la ambicion y de la soberbia, se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo , iba nsimismo enalbardando el asno , sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1842 - عدد الصفحات: 520
...horas, mis dias y mis años ; pero despues que os dejé, y me subí sobre las torres de la ambicion y de la soberbia, se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo, iba asimismo enalbardando el asno, sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1844 - عدد الصفحات: 512
...mis horas, mis dias y mis anos; pero despues que os dejé, y me subí sobre las torres de la ambicion y de la soberbia, se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo, iba asimismo enalbardando el asno, sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1845 - عدد الصفحات: 690
...horas , mis dias y mis años , pero despues que os dejé y me subi sobre las torres de la ambicion y de la soberbia , se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo, ibaasimesmo enalbardando el asno, sinque nadie nada le dijese. Enalbardado pues, el Rucio, con gran... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1849 - عدد الصفحات: 514
...horas, mis días y mis años; pero despues que os dejé, y me subi sobre las torres de la ambicion y de la soberbia, se me han entrado por el alma adentro...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo, iba asimismo enalbardando el asno, sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
| Miguel de Cervantes Saavedra - 1850 - عدد الصفحات: 824
...vuestros aparejos , y de sustentar vuestro corpezuelo , dichosas eran mis horas , mis dias y mis años; pero después que os dejé, y me subí sobre las torres...desasosiegos. Y en tanto que estas razones iba diciendo , iba asimismo enalbardando el asno , sin que nadie nada le dijese. Enalbardado pues el rucio, con gran pena... | |
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