 Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas: -Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es...  El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha - الصفحة 101بواسطة Miguel de Cervantes Saavedra - 1814عرض كامل - لمحة عن هذا الكتاب
 | عدد الصفحات: 274
...desigual batalla. Y. diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que,...molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho... | |
 | Ramón Pernas - 2006 - عدد الصفحات: 224
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 | Miguel de Cervantes Saavedra - 1825 - عدد الصفحات: 778
...diciendo esto , dió de espuelas á su caballo Rocinante , sin atender á las voces que su escudero Sancbo le daba , advirtiéndole que sin duda alguna eran...eran gigantes, que ni oia las voces de su escudero Sancbo, ni ecbaba de ver , aunque estaba ya bien cerca , lo que eran ; ántes iba diciendo en voces... | |
 | Miguel de Cervantes Saavedra - 1991 - عدد الصفحات: 73
...desigual batalla. Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que,...molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho... | |
 | عدد الصفحات: 280
...y desigual batalla. Y diciendo esto dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que...molinos de viento y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho,... | |
 | 2005 - عدد الصفحات: 584
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 | 1919 - عدد الصفحات: 952
...desigual batalla. Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que ?u escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda...molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho,... | |
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